miércoles, 30 de abril de 2008

La contigencia cultural o esta ciudad es una isla

Toda limitación financiera para el desarrollo económico, social y cultural en Tabasco, tiene un argumento: contingencia. Y en lo que respecta a cultura, somos más de unos pocos los presuntos albergados. Ya desde mucho antes de los efectos de la luna dicho sea de paso, por el mismísimo presidente de la republica Felipe Calderón Hinojosa, hemos estado sufriendo una de las peores inundaciones que se recuerde en este campo ( el de la cultura).
Una corriente de proselitismo político sin embalse alguno, se ha ido encausando entre la infraestructura cultural del estado y municipio. No es el descubrimiento del agua tibia pues, que expongamos que con recursos del erario se patrocinen disimulada o descaradamente la imagen publica del gobernante en turno, a través de actividades culturales alejadas de sus objetivos esenciales. Es más bien la punta del hilo negro, el saber que al aparato cultural de los últimos sexenios sólo han servido para la promoción electoral mediática, una estrategia para interactuar en el conciente colectivo y se tenga una percepción virtual alejada de la realidad inmediata.
Paradójicamente desde 1987 a 21 años de distancia, el sexenio de Enrique Gonzáles Pedrero, por la infraestructura cultural instituida en su gobierno, sigue siendo un icono referencial de un proyecto sustentado en un programa con rumbo y objetivos definidos.
Entonces que pasa con el actual Instituto Estatal de Cultura, que hace seis años se llamó Secretaría de Recreación y Deportes y antes de ello, Instituto de Cultura de Tabasco, pues nada, (y esto desafortudamente no es una metáfora)que es una institución que ha ido cambiando de siglas, nombres y directores pero no de ideas y proyectos sólidos.
Es recurrente observar en las presentaciones de libros, festivales, simposium, exposiciones, encuentros, etcéteras, al mismo grupo de escritores, funcionarios, incluso trabajadores de base, estos últimos obligados moralmente a servir de utilería de un escenario cultural cada vez con menos público.
Habría entonces que replantearse cuanto ha costado en inversión el Festival Ceiba, los encuentros iberoamericanos, sacar la cuentas de cifras y números, alguna fórmula que nos diga a cuantos lectores o público cautivo equivale un peso gastado en un boleto de avion, hospedaje o cena. Transparentar los recursos empleados con nombre y apellido. preguntarse cuantos asientos vacíos hay y habrá para los ecnuentros o festivales que vienen, si será de nuevo un encuentro de poetas para poetas, un festival de artistas para artistas, si no será necesario dejar el glamour, los reflectores, las pasarelas, e invertir primero en talleres de iniciación a la cultura, al desarrollo cultural comunitario, al rescate y preservación de nuestra lengua indígena, invertir pero no visceras y resentemientos personales en un verdadero programa estatal de lectura puerta por puerta, una red de bibliotecas que mantenga los acervos cercanos al lector aunque no funcionen los climas o el internet ni haya papel sanitario en los baños y periodicos del día en la hemeroteca. Dejar aun lado las conmemoraciones demagógicas y vacías de sentido. Habría que sumar esfuerzos, proyectos, no sólo la crítica destructiva o constructiva, no sólo los sueños guajiros, no sólo este pan y circo para un círculo intelectualoide cerrado y excluyente, en que sólo unos comparten en una mesa redonda los usufructos de una ciudad que cultural y literalmente es una isla.

2 comentarios:

Pedro Luis dijo...

Bien maestro, haremos lo propio apoyando ese malasangre show festival underground. Saludos.

Patricia Garfias dijo...

pues debo decir que el panorama no es más hermoso en otros Estados, en yucatán hay también soles y bemosles, y aunque yo en particular no puedo quejarme , ya que debo decir que gozamos de una cartelra muy nutrida para eventos culturales, estoy segura que hay quienes no conozco y opinan lo contrario, puesto que todo gobierno tiene baches y siempre habran sectores favorecidos.

básicamente lo que quiero decir es que me apena mucho no poder ser participe de un sueño al que fui invitada para asistir a su Estado en fecha reciente, ya que lamentablemente fue suspendido por mil y un causas que me apenan más.

pero debo decir que aprovecho este espacio para formar un puente.

muchos saludos.