miércoles, 10 de noviembre de 2010
Los Cuentos de la Manada,
viernes, 21 de mayo de 2010
Entre la mano de Beatriz y la memoria de Alejandra
* Beatriz Pérez Pereda. Es licenciada en Derecho por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Ha obtenido varios premios nacionales de poesía, así como la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tabasco en 2004 y 2007. Está incluida en la Nueva antología de poetas tabasqueños contemporáneos y en la Antología de los IV Juegos Literarios de la Universidad Autónoma de Yucatán. Ha pu blicado el poemario Memoria de Alejandra dentro del libro colectivo de los XLVI Juegos Florales Universitarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y la plaquette La loca de Berlín, editada por el Laboratorio de Talleres S. A. de Orizaba, Veracruz.
martes, 20 de abril de 2010
Madrugadía...
Todas las cosas ya fueron dichas
pero como nadie escucha,
es preciso comenzar de nuevo.
André Gide
Llegara el día
en que la noche se canse
de ser la mitad oscura del tiempo
Octavio Peñaloza
Adentrarse en Madrugadía de Octavio Peñaloza, es partir el silencio en dos pedazos de una misma espera. Es este encaminarse desnudos, vacíos de una u otra costilla, hasta el encuentro con esos trenes y gallos que se despiden dolorosamente, como nos habrá sentenciado ya, Jaime Sabines, es esta infinita sensación del tiempo donde a través de la vigilia, se escudriña mediante el silencio, el movimiento del mundo y de las cosas.
″ Voy a cerrar los ojos
para que caigan en mi cabeza
las estrellas y la noche ″
″...muerto errante
por las noches
vuelvo a ella
la mugre de mi día aterriza el sopor de la tarde agria
canto en la sala
y aplauden los insectos ″
Como paciente curador de la noche, como se autodefine su yo poético, Peñaloza va construyendo sobre los andamios de una voz coloquial, su propia estación de insomnios. Sus versos resignifican la búsqueda del objeto amoroso, el deber transitorio de su propios deseos.
″ como gato patrullo la sombra
vigilo mi propio sueño ″
″ cada uno en su ducha
deja los residuos de su día
cada uno en su sala
peinado
perfumado
ve el reloj
y se impacienta ″
A través de la sucesión de breves manifiestos cotidianos, el poeta va asociando todo lo común y trivial de ciertos lugares con la construcción de un corpus poético frankesteriano, que abreva y se mueve al son que le trastoca su realidad.
″ hasta dios se emborracha
Y baila son cubano
con Ángeles corto de ropa ″
″ estas lagrimas
no lavaran sino mi barba
el alma está fuera de su alcance ″
No hay atole con el dedo, es la angustia existencial, el desasosiego social, la muerte, por supuesto el amor, los mecanismos de este sencillo, (pero no por ello, falto de significaciones) proceso de construcción con el que Octavio vincula la contemporaneidad con esas pequeñas y grandes preguntas espacio-tiempo y nos lleva a través de su discurso, por atisbos de una voz joven nutrida de fuertes frecuencias tutelares como la de Sabines, Sabina, Huerta, Ricardo Castillo, entre otros.
Desde sus primeros textos, el de los siete segundos (como ejemplo) poema aclamado por sus musas, Peñaloza traza ya con filosa vocación poética, contundente figuras e imágenes claras, concisas muchas veces, precisas otro tanto, sobre todo aquello que él, a ella, al silencio del mundo pertenece :
″ quizá tus ojos alumbran lámparas
para desnudar la noche ″
″esta alma tan negra
perfecta trampa
para luciérnagas ″
″ sabe el sol
que en algún lugar del tiempo
encontrará su sombra ″
No será necesario, pero si justo señalar sin embargo, que esta referencia poética que habita los cuartos de Madrugadía, es sólo un primer testimonio, una latente amenaza, los agudos momentos del poeta están por venir. Llo mejor que va escribir Octavio Peñaloza se huele en el aire. Madrugadía es apenas el comienzo de ese largo túnel hacia la luz de otros sepulcros, de otras reencarnaciones y nacimientos.
¿Si este no será su mejor libro, porqué chingaos entonces será importante leer y apostar por Madrugadía en estos tiempos de crisis que en lo que menos se invierte, se cree y se práctica es en poesía?
En primera, porque el poeta infértil no tiene palabras donde caerse muerto, y en este libro lo que sobran son palabras, y Peñaloza posee fertilidad en el lenguaje y una larga vida para continuar estos ejercicios de búsqueda latente. Porque es un poeta que ha apostado a la dedicación y a la disciplina de un oficio en el que la madurez se mide a través de la sin cosesion y la autocrítica.
″ Amplia es la avenida del aire
por donde el polvo de luz
traza su camino ″
En segunda, porque Madrugadía, logra tocar la fibra íntima de la ironía, de la soledad, del dolor, del amor, del encabronamiento. Porque el libro comienza su búsqueda original y legitima, y el autor busca trascenderse a sí mismo.
Porque el acto creativo puede ser esto ya dicho también por Jaime Sabines:
″ Si pudieras escarbar en mi pecho, y escarbar en mi alma y escarbar por debajo de las tumbas, no encontrarías nada... Es sólo el tiempo el que pone algo en las manos, una fruta, una piedra algodones o vidrios ″
¿invertir entonces?..Sí, porque ella provoca, porque la poesía "ocurre" como dice Peñaloza, porque ...apagar una vela, es encender un misterio..
viernes, 5 de marzo de 2010
PARTE DE GUERRA: 40 BARCOS SURCANDO ALLENDE LA PALABRA
Carlos Fajardo.
“…Garganta encomiéndate al grito, puño encomiéndate al golpe…” José Carlos Becerra
Presentación de 40 Barcos de Guerra en el 4 Encuentro Nacional de Literatura, "AL SUR DE LA PALABRA" San Cristobal de las Casas Chiapas.
El Libro 40 Barcos de Guerra: Antología de poesía y sus editoriales, no se trata tan sólo de una suma de voluntades algebraica, sino más bien la anexión de este resultado, a un ajuste cuentas con la historia; al menos con aquella donde a predominado el vedetismo, la exclusión y el ninguneo por parte de un sistema político cultural que denosta, etiqueta y bloquea todo aquello que huela a arte emergente, alternativo e independencia.
El público asistente de este 4 Enc uentro , siendo parte de esta guerra.
Tampoco es un fenómeno nuevo que la mayoría de estos creadores que cruzan esta “frontera”, ni siquiera vuelvan la vista atrás, que vean la periferia de su nuevo entorno, la provincia de su origen, como un estigma que pudiesen borrar.
La Banda haciendo su parte, tomando sus posiciones de combate.
Esta antología pues, establece aun en la naturaleza de su arbitrariedad, (pues sabemos que no son todos los que son, ni son todos los que están) la declaración de principios de los cuarenta y dos sellos independientes que se arriesgaron a esta odisea y aún contra corriente, desde sus ámbitos geográficos y generacionales, han puesto a transitar, a pesar de la tormenta, a ciento sesenta y ocho poetas mexicanos, en el ojo del huracán más catastrófico: El desconocimiento.
El recien galardonado Poeta, Pedro Luis Hernandez y Malasangre, poniendo su parte, en la noche del Refugio y la presentacíon de los 40 Barcos de Guerra.
Ante este panorama, no esta de más celebrar la iniciativa de Andrés Cisneros y Adriana Tafoya (Verso Destierro, editores) con la que a partir del 2008 emprendieron la búsqueda y el concilio de este proyecto en conjunto que permitiera extender la presencia de los creadores de distintas zonas a las manos de los lectores. Esta insólita asociación de editores y colectivos Independientes, plantea salvaguardar la diversidad editorial, la difusión de las obras en ciernes, además de incluir todas las formas posibles de colaboración colectiva.
Para Molinos de Acentos Editores, esta “otra” antología es la conformación de una búsqueda, la legitimación de una duda, de la sospecha de que “algo”, en alguna parte, ha quedado inconcluso.
Por ello esta antología tiene un nombre de guerra. Dice Adriano Remura, que es una guerra moderna que intenta demostrar que el centralismo es un gran hoyo negro y que no hay elementos para negar el inicio de otra lógica para materializar las cosas.
En Tabasco, no nos sorprende el desconocimiento automático. Aunque este indicio se derive de tres situaciones extremas. Por un lado esta ese desconocimiento automático causado por esta sintomologia de la que hablamos anteriormente, producto de los quereres del poder cultural en turno. Por otra parte se encuentra esta omisión causada a raíz de la dinámica poblacional de las nuevas camadas que se forman y conforman sobre el vasto territorio de la creación, como parte natural del relevo generacional, el parricidio intelectual, o el adoctrinamiento a ultranza. Y por último se encuentra este autodesconocimiento a razón de la intransigencia y la radicalidad de ciertos grupos que a pesar de la calidad de las obras que realizan, prefieren en extremo, una labor silenciosa que desencanta lo marginal, lo independiente, lo alternativo y les ciñe un papel poco participativo.
El Poeta Niger Madrigal entre algunos de los asistentes a este encuentro.
Molinos de Acentos se asume pues como una editorial insurgente, orquestada desde el sur de este imaginario cultural. Al igual que Verso Destierro(México, DF) Amarillo Editores (Estado de México), Ediciones Unicornio (Chihuahua), Ediciones Clandestinas (Estado de México), Taller de Cartago (Iztapalapa), Ediciones Flor y Canto (Ciudad de México), Editorial Atemporia (Sinaloa), Poetas en construcción (Ciudad Nezahualcóyotl), La Tarántula Dormida (Acapulco) entre muchas otras, establece también su propias coordenadas en este adiestramiento de búsqueda en torno a la creación y difusión de quienes requieren promover y someter a juicio, la muestra relevante de su obra.
Para Molinos de Acentos Editores, esta “otra” antología es la conformación de una Por esto tomamos parte en esta flota que avanza desde el sur hacia la descentralización de los cánones, que se suma a este estado de sitio, este romper el toque de queda, buscando continuar este reclamo antiguo, esta lucha aun más antigua, esta batalla que desde su autogestión, entablaron mucho antes proyectos editoriales alternativos en Tabasco como, Cuento Verde, Morfo Vite, Tres Grapas, La Grieta, Trópico Alterno, Arqueros del Viento, Paideia, Parva, Ciudad Cemento, Editorial Aguiluchos. Batallas libradas desde foros alternativos como el Refugio de la Luna creado por Elizabet Álvarez desde donde los desarraigados, hemos sentado nuestras bases y manifiestos, desafiando el silencio cómplice y a sus perpetradores.
Este libro es entonces la metáfora de un grito, la parábola de una nueva versión de guerra, los 40 Barcos han comenzado esta audaz travesía, donde el mar poético resulta más ancho y más desconocido. Donde sus férreos tripulantes allende la palabra, saben que sólo la autentica poesía emerge como un monstruo gigantesco, dotado de misterios y leyendas.
Por eso estos 40 Barcos nos dan la oportunidad de ser Molinos, establecer este mecanismo de trasgresión que incida como un interruptor para romper la estática y provocar la sinergia en la búsqueda de lo otro. La oportunidad de ser de Acentos, echar a girar ese movimiento remoto que representa el tiempo cíclico de los instintos generacionales. La encrucijada irrenunciable de ser Editorial, ser ese eterno retorno a la resistencia, a la infinita obstinación de que todo ya, haya sido dicho.
El Refugio de la Luna...Hasta la última Letra.
* Todas las fotos son cortesìa del negro Alejandro Breck Matus, el Cocodrilo films
lunes, 1 de febrero de 2010
GANA JESÚS SANTOS LEÓN EL PRESTIGIOSO PREMIO AMBIENTAL GOLDMAN PARA MÉXICO
El hecho de que el prestigioso *Premio Ambiental Goldman 2008, otorgado a un mexicano, no haya tenido una difusión mediática digna o justa, en medida de la relevancia de lo obtenido, del esfuerzo y sus consecuencias, no es extraño. Mucho menos en México. Vivimos en una sociedad estupidizada donde los medios no cesan de transmitirnos la imagen de un mundo cada vez más superficial y sujeto a la reproducción de estereotipos banales.
“Rara vez se rinde homenaje a los héroes populares del medio ambiente, y sin embargo, cada día cobra más importancia para el bienestar de nuestro planeta el esfuerzo que dedican estos ecologistas de base a la protección de los recursos naturales del mundo” Reza el preámbulo de la página oficial del premio.
Dice Emiliano Crespo¹, que cuando Jesús León Santos, (campesino indígena mexicano) tenía 18 años, decidió cambiar el paisaje donde vivía en la Mixteca alta, la "tierra del sol". Aquello parecía un panorama lunar: campos yermos y polvorientos, desprovistos de arboleda, sin agua y sin frutos. Había que recorrer grandes distancias en busca de agua y de leña. Casi todos los jóvenes emigraban para nunca regresar, huyendo de semejantes páramos y de esa vida tan dura. Con otros comuneros del lugar, Jesús León se fijó el objetivo de reverdecer los campos, y decidió recurrir a unas técnicas agrícolas precolombinas que le enseñaron unos indígenas guatemaltecos para convertir tierras áridas en zonas de cultivo y arboladas.
Se dice fácil pero ¿Cómo pudo llevarse acabo este proyecto? Emilio Crespo dice que haciendo revivir una herramienta indígena también olvidada: el tequio, el trabajo comunitario no remunerado. Jesús, reunió a unas 400 familias de 12 municipios, con los que creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (Cedicam), y juntos, con recursos económicos limitadísimos, se lanzaron en la gran batalla contra la principal culpable del deterioro: la erosión. En esa región Mixteca existen más de 50.000 hectáreas que han perdido unos cinco metros de altura de suelo desde el siglo XVI. La cría intensiva de cabras, el sobre pastoreo y la industria de producción de cal que estableció la Colonia deterioraron la zona. El uso del arado de hierro y la tala intensiva de árboles para la construcción de los imponentes templos dominicos contribuyeron definitivamente a la desertificación. Jesús León y sus amigos impulsaron un programa de reforestación. A pico y pala cavaron zanjas-trincheras para retener el agua de las escasas lluvias, sembraron árboles en pequeños viveros, trajeron abono y plantaron barreras vivas para impedir la huida de la tierra fértil.
Todo eso favoreció la recarga del acuífero. Luego, en un esfuerzo titánico, plantaron alrededor de cuatro millones de árboles de especies nativas, aclimatadas al calor y sobrias en la absorción de agua. Después se fijaron la meta de conseguir, para las comunidades indígenas y campesinas, la soberanía alimentaria. Desarrollaron un sistema de agricultura sostenible y orgánica, sin uso de pesticidas, gracias al rescate y conservación de las semillas nativas del maíz, cereal originario de esta región. Sembrando sobre todo una variedad muy propia de la zona, el cajete, que es de las más resistentes a la sequía. Se planta entre febrero y marzo, que es allí la época mas seca del año, con muy poca humedad en el suelo, pero cuando llegan las lluvias crece rápidamente. Al cabo de un cuarto de siglo, el milagro se ha producido. Hoy la Mixteca alta esta restaurada. Ha vuelto a reverdecer. Han surgido manantiales con más agua. Hay árboles y alimentos. Y la gente ya no emigra. Actualmente, Jesús León y sus amigos luchan contra los transgénicos, y siembran unos 200.000 árboles anuales. Cada día hacen retroceder la línea de la desertificación. Con la madera de los árboles se ha podido rescatar una actividad artesanal que estaba desapareciendo : la elaboración, en talleres familiares, de yugos de madera y utensilios de uso corriente. Además, se han enterrado en lugares estratégicos cisternas de ferrocemento, de más de 10.000 litros de capacidad, que también recogen el agua de lluvia para el riego de invernaderos familiares orgánicos.
Este extraordinario ejemplo es ahora imitado por varias comunidades vecinas, que también han creado viveros comunitarios y organizan temporalmente plantaciones masivas. Y eso no es todo, el éxito de León ha despertado interés en otras regiones y países. Él ha compartido su experiencia con técnicas de conservación de agua, medidas contra la erosión y la práctica de una agricultura sostenible en foros celebrados por todo México, Centroamérica y el Caribe, así como en varias universidades y eventos en Estados Unidos.
*Richard N. Goldman y su finada esposa Rhoda H. Goldman (1924-1996), líderes cívicos y filántropos de San Francisco, establecieron en 1990 el Premio Ambiental Goldman. El Premio rinde homenaje a quienes han venido realizando una constante e importante labor para proteger y mejorar el ambiente natural, frecuentemente a riesgo de sus propias vidas. Su misión original es honrar cada año a héroes populares de la ecología en cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo: África, Asia, Europa, Islas y Naciones Isleñas, Norteamérica, y Sur y Centroamérica. Se entrega cada año, en el mes de abril, en la ciudad de San Francisco, California (Estados Unidos). Hasta ahora ha sido otorgado a defensores del medioambiente de 72 países. En 1991, lo ganó la africana Wangari Maathai, quien luego obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2004.
¹Acción medioambiental 24 de Marzo 2009
²http://goldmanprize.advantagelabs.com/node/733
lunes, 18 de enero de 2010
Elizabet Morales...un año que viene sin ti, y a la deriva
La irrupción de una fuerza externa sobre otra en estado de movimiento o reposo hace que ésta cambie de significación, sentido y movimiento. Ideas de la ciencia física clásica, hoy común y corriente en la evolución y descubrimiento de la materia y la energía pero explicable también en otros terrenos de las ciencias sociales.
Así, la irrupción de Elizabeth Morales(+) en el espectro de la cultura en Tabasco fue un celaje, relámpago de atronador impulso en la realización de actividades y proyectos culturales que se desarrollaron desde su impulso y motivación. Entró al escenario con la suerte del principiante al que todo le sale bien y después cambia su fortuna pero ella no era de esas almas advenedizas que prueban una ocupación por entretenimiento. Su vida fue una tentativa o proyecto de expresión entre familiares, amigos y la comunidad cultural de la ciudad donde vivía.
En Villahermosa, por ejemplo, diseñó y operó el café “Refugio de la Luna”, que se convirtió en poco tiempo en el espacio cultural más significativo de los últimos tres años. Allí se reunieron los artistas más importantes de la entidad y la región. Eventos de literatura, pintura, música popular e indígena, artesanías, performances, talleres de literatura y de otras minucias tuvieron ahí la tibia atmósfera del cobijo, la difusión y el espacio para su incubación y desarrollo.
Ante la abundante existencia de espacios públicos de orden estatal y municipal para la difusión de la cultura, los artístas, por una sensible, natural y sentimental vocación e inclinación contra lo establecido, optaron por aquella fresca, misteriosa y rara cafetería donde los alimentos y bocadillos como café con leche, huevos fritos, carnes asadas, quesadillas o tamales, recibían el inusitado nombre como “Desayuno a lo José Saramago”, huevos motuleños, “huevos a lo Macondo” o “quesadillas de cien años de soledad”.
Una mujer toda ella pasión, dedicación y entrega a sueños y anhelos de distintos niveles y órdenes, vio en el seno de su cafetería las más variadas ideas, proyectos, delirios, personalidades, ambiciones, turísticas y ocasionales parejas que se dieron cita tarde a tarde para conciliar casi siempre con éxito las bondades del amor.
Las generaciones jóvenes de producción simbólica que tenían en Elizabeth Morales la amistosa condescendencia del protector que atiende con soberano afecto y generosa motivación todo evento de expresión artística, extrañarán, como lo hacemos nosotros, la presencia física de Eli, como la conocíamos en su vida de esplendor.