Tus ojos míos
permanecían en mi sitio preferido.
no era de nadie el agua
no era de nadie el agua
ni aquella tarde dulce y última.
sólo tu asistencia clara
sólo tu asistencia clara
arriba de los pájaros,
era todo tú
era todo tú
para recordar ya nada.
Verónica Sanmarín (México)
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